lunes, 23 de abril de 2012

Como el agua y el aceite...

... Así estoy viviendo estos últimos tiempos. Los mundos que siento están a mi alrededor y dentro de mí parecen contrapuestos. Burbujas de energía de colores opuestos, contrarios y no complementarios. Irreconciliables ante una tercera parte que debe decidir qué hace con todo ello. Muchos cambios en más de una década. Cambios a todos los niveles, físicos, emocionales, mentales, psicológicos, espirituales... Cubriendo etapas sin fin. Adquiriendo mayor sensibilidad a cada paso. Sentidos más afinados compartiendo con los sabores agrios que transmite en estos días la sociedad humana occidental. En un momento de lucidez, ese instante en que el Alma o el Espíritu transmiten su mensaje, veo un mundo nuevo superponiéndose a otro mundo ya viejo, ocupando paulatinamente su lugar. Todo ello sucediendo al unísono, lenta pero irremisiblemente, con total independencia de los deseos de la humanidad. Ser consciente de ese proceso hace sentirme dividido. Quizá así deba ser... por un tiempo. Así sea...