martes, 4 de octubre de 2011

Aceptar Desafíos...

Las sensaciones que me recorren el cuerpo cuando se me presenta un desafío me hacen sentir bien vivo y en el momento. Es como estar ante una abertura, una puerta que está abierta pero no se ve qué hay más allá.
Aceptar ese desafío supone otra irradiación de energías contrapuestas, duales, complementarias. Es disponerse a atravesar la puerta. Es sentir ese vértigo de lo desconocido a punto de desvelarse.
Superar la experiencia del desafío es atravesar la puerta. Es entrar en ese mundo y vivirlo realmente. Dejar atrás las imaginaciones mentales que crearon mil posibles mundos y ninguno era el auténtico.
Atravesar la puerta es experimentar una nueva dimensión de mí mismo. Es sentir que he dado un paso para ser más completo. Es abrir a su vez nuevos portales que en su momento, algunos de ellos, se plantarán ante mi y retarán mi naturaleza.
Y, entonces, recordaré que ese camino lo elegí libremente una y otra vez.
Y, entonces, me voltearé para saborear con la mirada del Alma todas las puertas que me atreví a traspasar. Para celebrar todos los mundos que osée descubrir...